La infancia y la adolescencia son etapas muy importantes en la vida de toda persona. Es en este instante que se forma la personalidad y el carácter de los más pequeños, a base de la relación con los demás y el entorno que les rodea. Por eso, es muy importante estar pendientes de cómo se desarrolla su actividad social tanto en casa como en la escuela, para poder determinar si el niño o el adolescente se siente feliz y completo; o por el contrario ver si está sufriendo emocionalmente o si tiene alguna carencia que pueda solucionarse con la ayuda de los seres queridos o bien acudiendo a un profesional de la salud, como un psicólogo especializado.
La propia personalidad del niño y, posteriormente, del adolescente se irá formando a medida que vaya teniendo experiencias en la escuela y en el hogar. Será durante las horas lectivas que tenga mayor relación con otros niños y que pueda desarrollar sus capacidades sociales. Cada persona es distinta, por lo que dependiendo de sus gustos o actitudes, seguramente tenga más afinidad con unos compañeros o con otros.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que, durante esta etapa de su vida y también durante los posteriores años lectivos ya siendo mayor de edad en la universidad, por ejemplo, la pertenencia a un grupo u otro dentro del centro educativo puede tener un gran impacto en sus actos y en su personalidad. Esto es lo que se conoce en psicología como Teoría de la Identidad Social y puede ser determinante para el bienestar y el futuro de los más jóvenes.
¿Qué es la Teoría de la Identidad social?
Dentro de un colectivo es normal que se formen diferentes grupos, dependiendo de los gustos y de la afinidad entre cada uno de los integrantes. Sobre todo, durante la adolescencia y los primeros años de adultez es normal que estos grupos quieran ser definitorios de la personalidad de cada una de las personas que las integran. Recuerda que es en este momento de la vida que la persona está conociéndose mejor a sí misma y busca referentes en los demás. Como no comprende qué le está sucediendo, en cuanto a cambios físicos y mentales, es normal que busque personas afines a lo que es o a lo que le gustaría ser, pensando que el grupo va a definir su personalidad.
No obstante, la pertenencia a uno de estos grupos o la imposibilidad de poder entrar en uno de ellos puede tener un efecto negativo en el adolescente y causarle dolor emocional al no poder conseguir reafirmar la que cree su identidad junto a ese grupo de personas que considera como referentes. Así pues, la Teoría de la Identidad Social es una rama de la psicología que estudia el comportamiento del individuo dentro de un grupo, en cuando a reafirmación de su identidad y personalidad, pero que también se interesa por conocer el efecto que tiene la permanencia en este concepto de grupo en la misma persona, puesto que los que lo conforman pueden ayudarse entre ellos y reforzar los valores que los unen, sean positivos o negativos.
Teoría de la Identidad Social y efectos en el individuo
El hecho de formar parte dentro de un grupo ayuda al adolescente o al adulto a sentirse integrado en un conjunto de personas, a las cuales probablemente admire y quiera pasar tiempo con ellas. Sin embargo, es posible que no tengan tantas cosas en común como cree y, para demostrar que merece formar parte de este grupo, es posible que el adolescente tenga la necesidad de hacer o decir cosas que quizás van en contra de su modo de actuar común. Por lo tanto, estará buscando cambiar aspectos de su persona solamente para encajar dentro del grupo, algo que puede que no les sea positivo tanto a corto como a largo plazo, ya que el hecho de tener que estar actuando de forma constante puede desgastar mucho y hacer que se sienta como que no es lo suficientemente bueno como para afrontar ciertas situaciones de la vida.
Además, al formar parte de un grupo más o menos amplio, la Teoría de la Identidad Social también observa que el individuo tendrá tendencia a la comparación constante con los demás miembros, lo que puede causarle una gran frustración. En la actualidad, con las redes sociales y las nuevas tecnologías, esta comparación es todavía mayor. Así pues, deberás enseñar al adolescente que lo que ve en las redes no es siempre real. Muchas de las imágenes están retocadas y nadie tiene una vida perfecta, por lo que no deberá aspirar a falsos ideales que solamente le pueden llevar insatisfacción y frustración, tanto a corto como a largo plazo.
Una buena manera de que el adolescente o la persona adulta intente no cerrarse en un solo grupo y no se obsesione con un aspecto de su vida o con la necesidad de aparentar o de adaptarse a una serie de personas, será socializando en varios ambientes, ya bien sea además de la escuela o la universidad también en el gimnasio o un club deportivo, haciendo alguna actividad extraescolar o trabajando. El hecho de formar parte de varios grupos ayudará al individuo a comprender que hay muchas percepciones del mundo distintas y que no tiene que cambiar su modo de pensar o actuar para ajustarse solamente a una de ellas, permitiéndole ser sí mismo sin la necesidad de aparentar algo que no es solamente por encajar en un grupo.