Terapia de las mandalas: ¿En qué consiste?

Vivimos en una sociedad en lo que todo sucede muy deprisa. Todos tenemos ganas de seguir aprendiendo, dedicamos muchas horas al trabajo, pero también queremos disfrutar de la familia y de nuestro tiempo libre, lo que hace que, a veces, nos dé la sensación de que los días son demasiado cortos y de que no podemos llevar a cabo todas las acciones que nos gustaría. Esto nos puede generar un estado de tensión muy alto, haciendo que podamos sufrir episodios de estrés y de ansiedad, cada vez más comunes en personas de todas las edades y en todo el mundo.

Por eso, debemos ser conscientes de que nuestra salud es lo más importante. Está bien que tengamos ganas de hacer cosas, pero no deberemos abarcar más de lo que realmente podamos realizar. Además, será conveniente que aprendamos diferentes fórmulas con tal de poder lidiar con esta tensión, ya que a la larga podría traernos problemas de salud tanto física como mental, lo que nos impediría totalmente poder llevar a cabo todas aquellas acciones que hayamos querido hacer.

En los casos en los que el nivel de estrés y de ansiedad sea muy alto, te será recomendable visitar a un profesional de la salud mental, como un psicólogo o un psiquiatra dependiendo del caso en concreto. Solamente ellos podrán determinar cuál será la mejor terapia para que aprendas a controlar la ansiedad y el estrés y puedas llevar la vida serena y feliz que te mereces.

Tenemos que aprender diferentes fórmulas para eliminar la tensión

Es posible que te recomienden la terapia con mandalas . Estos dibujos tienen miles de años de historia y han sido utilizados en las religiones orientales para ayudar a los monjes a meditar y a controlar sus emociones. Descubre en qué consiste la terapia de las mandalas y pruébala en casa con tal de determinar si es una buena manera para ti de controlar los nervios y aprender a llevar una vida más tranquila, como te mereces.

Qué es la terapia de las mandalas

El budismo y el hinduismo son religiones que se practican en el sur de Asia y que suelen tener en su base una gran conciencia del individuo en el universo. Por eso, buscan con la relajación y la meditación llegar a un estado de serenidad, el nirvana, que les ayudará llegar a la paz interior, base de la felicidad, y del bienestar del ser humano consigo mismo y con el resto del mundo. La interacción con la naturaleza, el respeto y la empatía son claves en ambas religiones, teniendo después muchas diferencias entre ellas que hacen que no se practiquen con la misma asiduidad en unos u otros países asiáticos.

El budismo y el hinduismo buscan la relajación y la meditación

Esta intención de querer formar parte activa del universo, centro de la personalidad, se refleja también con la creación de dibujos circulares que representan tanto el micro como el macrocosmos. Estas formas crean figuras geométricas en su interior que, al ser pequeñas y de formas parecidas, generan una gran relajación en la persona que las está coloreando. Para ello, se debe concentrar en lo que está haciendo e intentar no salirse de las rayas. De manera que, mientras está pintando los mandalas la persona no tiene tiempo de pensar en otras cosas, está concentrando todo su pensamiento a esta acción, lo que le ayuda a conseguir esa relajación que tanto ansían, por ejemplo, los budistas en su momento de relajación, impidiendo que otros pensamientos entorpezcan este proceso hacia el comentado nirvana.

Mientras pintas los mandalas tu mente se centra y consigues la relajación

Aunque no estés de acuerdo con estas religiones o bien tengas tus creencias propias, esto no quiere decir que no puedas valerte de esta técnica milenaria con tal de poder beneficiarte de sus propiedades. Así pues, pintando mandalas puedes llegar a encontrar esa tranquilidad que ansías y que, quizás, la vida tan ajetreada que llevas no te permite conseguir. Existen gran variedad de dibujos de los mandalas, por lo que no tienen porque ser las formas circulares clásicas. Los podrás encontrar con formas de animales, de personajes famosos, de bodegones o de lo que más te guste. Simplemente dedícate un tiempo a encontrar el mandala que más se acerque a tus gustos propios e intenta colorearlo en un ambiente tranquilo, dedicándote el tiempo que consideres necesario, sin prisa, y tomando conciencia de cada uno de los trozos del mismo que estás pintando, cambiando de colores, sin un patrón establecido, y gozando del proceso sin pensar en nada más que en disfrutar del momento artístico, por mucho que no hayas sido nunca muy de artes plásticas.

Existen gran variedad de mandalas desde flores hasta animales

Para los niños con problemas de atención también se recomienda probar a que pinten mandalas. De fondo se puede tener música clásica o relajante, que te ayude a no pensar y a concentrarte en el proceso de colorear. Una vez terminado, el mandala puede que te produzca gran orgullo. El hecho de estar formado por partes pequeñas, coloreadas con colores muy diversos, suele hacer que sean formas de gran belleza, por lo que lo más probable es que te sientas muy orgulloso de tu obra, que no te habrá costado un gran esfuerzo al crearla, y que te habrá ayudado a concentrarte, evitar pensamientos negativos recurrentes, reducir el estrés y, además, por un coste económico muy bajo. Prueba la terapia de las mandalas y descubre si este milenario método de relajación es un buen aliado para ti o para los tuyos.