El trastorno límite de la personalidad (TLP), también conocido como trastorno borderline, es uno de los trastornos más graves a nivel mental. La persona que lo padece sufre de altibajos emocionales, ataques de ira, sentimiento de duda, comportamientos impulsivos e inestables, etc.
¿Cuáles son los síntomas de una persona borderline?
Las señales o los síntomas que presenta una persona con trastorno límite de la personalidad dependen de muchos aspectos: su forma de ser, sus vivencias pasadas, su personalidad y su forma de enfrentarse ante los problemas, entre otros. No obstante, en la mayoría de los casos presentan síntomas comunes, algunos de ellos son:
- Miedo extremo al abandono: Sienten verdadero pánico por ser abandonados o no queridos como ellos esperan, por no cumplir las expectativas de los demás o sentirse solos y vacíos.
Por esta razón cuando sienten un abandono, ya sea real o imaginario se aíslan socialmente, encerrándose en sí mismos, dejando de lado a las personas que han provocado este sentimiento. En los peores casos llegan a aislarse completamente de todo el mundo y a no confiar en nadie.
- Comportamiento autodestructivo: tanto a nivel físico como mental, generalmente la persona con este trastorno no piensa nada positivo de ella misma, por lo que se rodea de pensamientos negativos, incluso suicidas.
En algunos casos, a esto se le suma la autolesión, provocada con el fin de exteriorizar sus emociones, ya que sienten que son incapaces de hacerlo de otra forma. Lo peor de este comportamiento es que se convierte en algo adictivo, ya que con él se liberan del peso de sus emociones y les provoca placer.
- Comportamiento impulsivo: Las personas que sufren un trastorno limite de la personalidad, son personas muy impulsivas, es decir, que se dejan llevar por sus emociones e impulsos, sin pensar en lo que dicha acción puede provocar.
En la mayoría de los casos abusan de drogas, alcohol u otras sustancias, incluso de la comida, realizan actividades de alto riesgo, practican sexo sin protección y de manera descontrolada, roban, etc. Con este tipo de comportamientos consiguen evadirse y expulsar adrenalina para calmarse y sentirse mejor consigo mismas.
- Dificultad a la hora de relacionarse: El miedo al abandono o a ser inferiores que el resto, les dificulta a la hora de mantener una relación social adecuadamente. En múltiples ocasiones les entran dudas y piensan que la gente les está mintiendo, fallando, que no les importan, etc.
Por esta razón, no son capaces de mantener una relación amorosa por un largo periodo de tiempo, cambian constantemente de pareja, no se fían ni confían en nadie, les cuesta hablar de sentimientos y abrirse a los demás, etc.
- Ataques de ira o ansiedad: Generalmente ante situaciones estresantes o que les resultan difíciles de llevar no son capaces de gestionar los altos niveles de frustración que estas implican, por lo que presentan ataques de ira o ansiedad. Estos ataques se incrementan por el hecho de ser personas muy impulsivas, en ocasiones pueden poner sus vidas en peligro.
- Altibajos emocionales: Pueden pasar en cuestión de segundos de estar contentos a estar tristes, de estar felices a muy enfadados, etc. Esto ocurre porque son personas a las que cualquier cosa les afecta, por mínima o indiferente que sea para los demás, sienten mucho y muy intensamente todo lo que les ocurre, oscilan entre los límites y extremos emocionales, de ahí su nombre, y no son capaces de regular sus sentimientos.
- Personalidad incierta, es decir, no tienen una personalidad fija, cambian a menudo de aficiones, de aspiraciones en su futuro, de amigos, de pareja, de ideales, etc. Realizan cambios muy extremos en sus vidas, no tienen objetivos a largo plazo, y si los tienen los abandonan o cambian pasado un tiempo, no saben realmente quienes son, ni como son o lo que quieren ser.
- Personalidad extremista, no solo si nos referimos a sus estados emocionales, para ellos es todo o nada, no hay puntos intermedios, ya sea en las relaciones sociales, en el amor, o en cualquier aspecto de su vida. Lo dan todo o no dan nada, esperan todo de algo o alguien o no esperan nada, las cosas son malas o son buenas, negras o blancas, para ellos no hay más allá de los límites y extremos. Esto les ocasiones muchos problemas a la hora de relacionarse, ya que si no reciben el máximo de una persona lo entienden como abandono.
- Altos niveles de inseguridad: las personas con un trastorno limite de la personalidad son muy inseguras consigo mismas, en sus relaciones sociales, en cuanto a sus capacidades, con sus amistades, estudios, etc. Son personas con muy baja autoestima, la cual es muy difícil subir debido a sus características.
- Dependencia emocional: Las personas borderlines tienen la necesidad de tener una relación intima con alguien, ya que de esta forma se sienten protegidas. Buscan continuamente el afecto de la otra persona, con el fin de sentirse queridos e indispensables para esta.
En muchas ocasiones la dependencia no es de la pareja, si no de la relación, es decir, lo importante no es la persona con la que están, si no el simple hecho de estar con alguien, por lo que ante un abandono, real o imaginario, buscan el cariño en otra persona y no son capaces de darse tiempo entre relación y relación.
- También presentan irritabilidad, una imagen negativa de sí mismos, sentimientos de vacío y soledad, megalomanía o narcisismo. En muchas ocasiones este trastorno desemboca en otros, como por ejemplo: en depresión, en trastornos de la alimentación, ya sea bulimia o anorexia, en un trastorno paranoide, etc.
¿Cuáles son las causas de este trastorno?
El trastorno límite de la personalidad no tiene una causa como tal, los especialistas creen que se debe a factores genéticos, o a traumas a nivel sociales y familiares, de los cuales estos son algunos de los factores de riesgo más destacados:
- Abandono en la niñez o adolescencia: aunque en algunos casos no es necesarios que se dé el abandono, vale con tan solo el miedo a ser abandonado en alguna de las dos etapas.
- Vida familiar disociada, es decir, crecer en un ambiente familiar desestructurado.
- Falta de comunicación a nivel familiar, incluso a veces a nivel social.
- Abuso sexual, físico o emocional durante la infancia o la adolescencia, ya sea por parte de un familiar, un amigo, etc.
¿Cuál es el tratamiento para el trastorno límite de la personalidad?
Este trastorno es crónico, dura para toda la vida, aunque también es cierto, que con ayudas psicológicas, terapias, adquisición de habilidades sociales, etc; los síntomas pueden disminuir y llevar una vida normalizada. El tratamiento más usado y recomendado por los médicos especialistas es la terapia dialéctica de la conducta, la cual se basa en:
- La aceptación de uno mismo.
- El conocimiento del trastorno.
- La adquisición de habilidades sociales y estrategias a la hora de afrontar la frustración y los sentimientos.
- El aprendizaje de cómo regular las emociones.
- Modificación de las creencias, como por ejemplo la creencia de abandono, y de las conductas, como por ejemplo las conductas autolesivas.
En algunos casos el psiquiatra receta el consumo de medicamentos destinados tanto a la percepción que tiene el paciente de sí mismo y a la mejora de su estado de ánimo, como al tratamiento de la posible depresión, trastorno alimenticio, trastorno paranoide, ataques de ansiedad, insomnio, etc.