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EXÁMENES

Trucos para dejar de procrastinar si tienes que estudiar

Trucos para dejar de procrastinar si tienes que estudiar
Noelia Rodríguez Alvarez
Última actualización: 5 Junio 2018
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La procrastinación es la práctica más habitual cuando tenemos que estudiar: perder el tiempo en otras cosas y dejar la materia para el final. ¿Cómo evitar procrastinar?

Cuando se está preparando un exámen es muy fácil caer en el aburrimiento y la pereza, en perder la concentración y dedicarse a hacer casi cualquier cosa menos hincar los codos y ponerse a estudiar la materia. Es lo que se conoce como procrastinar, hacer muchas otras cosas, no necesarias en la mayor parte de los casos. Todo con tal de no ponerse con aquello en lo que uno ha de afanarse.

Procrastinar está muy relacionado con la concentración y con la fuerza de voluntad. Si se tiene poco de ambas es más fácil acabar cediendo a la pereza de ponerse a estudiar y acabar haciendo otras cosas que no son urgentes en el momento. Seguro que alguna vez te has sentado a preparar un exámen y se te ha ido el santo al cielo colocando el escritorio o planificando las labores de la semana que viene. Si inviertes unos minutos en ello no pasa nada, pero si eso se convierte en horas es un tiempo que has perdido de estudiar.

En ocasiones la procanistación puede llegar a casos extremos y puede suponer un problema grave a la hora de afrontar el final de curso o un exámen muy importante. Está claro que no pasa nada por perder en ocasiones el hilo y no estudiar tanto como estaba previsto, pero también es importante saber cómo evitarlo para no llegar a situaciones verdaderamente peligrosas.

Descansa cada dos horas para ayudar a concentrarte cuando estés estudiandoDescansa cada dos horas para ayudar a concentrarte cuando estés estudiando

Fomenta la concentración

La concentración te ayudará a luchar contra la procrastinación y para conseguirla es importante conseguir unos buenos hábitos de estudio. Hay quien tiene más facilidad para mantenerse concentrado durante mucho tiempo, otros han de trabajar para conseguirlo. Si es tu caso puedes tener por seguro que puede llevarte algún tiempo, pero que lo conseguirás. Se trata de crear un hábito.

Lo primero es tener un espacio adecuado para estudiar y preparar los exámenes. Lo ideal es que sea un sitio que sólo se use para eso, por lo que lo mejor es usar un escritorio o una parte determinada de tu habitación. Evita, en la medida de lo posible, estudiar en el salón o la cocina.

Lo ideal es que ese espacio que dediques al estudio sea sólo para eso y esté libre de distracciones. Por ejemplo en el salón tienes a mano la televisión, la videoconsola o es posible que haya más personas en el sofá. Todo eso son fuentes de distracción, lo te hará más fácil sucumbir a la tentación de procrastinar. Si no lo encuentras en casa las bibliotecas o salas de estudio pueden ser lo que necesitas.

Evita las tentaciones de distracción

El lugar en que estudies ha de estar ordenado y ser lo más minimalista posible, porque así menos posibilidades hay de que te pongas a hacer otras cosas. Que esté a una temperatura agradable y ventilado también es importante, porque las temperaturas muy altas o bajas son otra importante distracción. Un espacio agradable fomentará la concentración.

Si has de estudiar con el apoyo del ordenador u otros dispositivos tendrás que tenerlos a mano, pero si no son necesarios mejor que no los tengas cerca o los mantengas apagados, porque son una distracción muy tentativa. Es muy probable que vayas a mirar el correo, qué se cuece en redes sociales... Es un minuto, pero se pueden convertir en horas desperdiciadas.

Busca un lugar adecuado, cómodo y bien iluminado para estudiarBusca un lugar adecuado, cómodo y bien iluminado para estudiar

Planificar el estudio

Para evitarlo lo mejor es planificar tu tiempo de estudio. Esto supone crearte un horario y, lo que es más importante, cumplirlo. Si entras en la dinámica de dedicar determinados momentos del día a preparar los exámenes te acabarás acostumbrando a ello y evitarás caer en la pereza cuando vayas a coger los libros.

Es una forma de luchar y evitar procrastinar. Lo mismo ocurre si te planificas el estudio. Fíjate objetivos a corto y medio plazo, según los vayas consiguiendo más fácil te será cumplir con tu horario y tu dinámica de estudio para el exámen. Ha de ser una planificación real, no te pongas objetivos que sabes desde un principio que no vas a poder cumplir, porque eso sería una pérdida de tiempo. Y puedes programar algún tipo de recompensa si los consigues, para animarte a hacerlo.

Descansar cada dos horas

También es recomendable empezar estudiando poco y luego ir incrementando la intensidad. De esta manera el trabajo será paulatino y te acostumbrarás a dedicarle varias horas sin mayor problema. Eso sí, tenlo en cuenta con cierto tiempo, no lo dejes para la última semana del exámen porque entonces no será posible cumplir. Y recuerda que es importante tener tiempo para descansar de vez en cuando. Para cada dos horas para levantarte de la silla y moverte un poco, comer algo o hablar con un amigo. Pero esto han de ser unos pocos minutos, no más.

A la hora de estudiar si la materia es difícil o no la entiendes es más probable que la pereza se apodere de ti y acabes por dejar de lado los libros en unos minutos. Por eso lo más recomendable es empezar con aquellas tareas que te resultan más fáciles. Así, cuando ya estás concentrado en el exámen te será más fácil mantenerte concentrado y ponerte con esas cuestiones que en un principio te parecían más difíciles.

Se puede evitar procrastinar y básicamente se consigue con la creación de una rutina de estudio que sea constante, en la que tengas claros tus objetivos y evites las distracciones. Si para conseguirlo necesitas ayuda externa comenta tus planes con la gente con la que vives o tus amigos para que te ayuden a cumplirlos.

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